La ortodoncia estudia y trata las mal oclusiones dentales (encaje defectuoso entre dientes), disfunciones de la ATM (articulación de la mandíbula con el cráneo) y mejora la supuesta estética.
Trabajan con fuerzas mecánicas, a través de aparatología fija o removible, para producir movimiento en la dentadura. Los dientes tienen “receptores propioceptivosperiodontales”, receptores que captan cualquier presión o movimiento y que saben qué fuerza se tiene que ejercer en la mordida de cualquier alimento, sea blando o duro.
Por lo tanto, la ortodoncia estimula estos receptores al forzar las piezas hacia donde los aparatos marquen. Hay técnicas de ortodoncia, como la del Dr. Planas con la rehabilitación neuro-oclusal, que van más allá y buscan el origen de la mala colocación, la falta de espacio se da por una falta de función (sea por mala deglución, fonación, masticación), que al final es debido a una falta de estímulo nervioso.
Aquí, en las causas, es donde la osteopatía tiene un papel importante en el acompañamiento al tratamiento de ortodoncia. Esta mala función puede venir de tensiones o deformaciones que sufre el cráneo del bebé en el embarazo o durante el parto, o si no ha podido entrenar la musculatura con una buena deglución y succión del pecho.
Si el bebé visita un osteópata en la primera etapa de la vida y se le ayuda a destensar estos bloqueos, se da la posibilidad que no se acabe estructurando y, por lo tanto, no altere su mordida a medida que va creciendo. Si no se ha desbloqueado el cráneo y el problema es considerable, compromete otras estructuras y la postura. En este caso es necesaria la implantación de un aparato de ortodoncia.
Ortodoncia es igual a aplicar fuerzas sobre el cráneo. Esto puede dar numerosa sintomatología que puede ser tratada con osteopatía, como por ejemplo: dolor de cabeza, dolor cervical, aparición o aumento de escoliosis, alteración del humor, alteraciones hormonales, como puede ser en la menstruación en niñas, etc.
Por lo tanto, un niño o niña que requiera un aparato de ortodoncia se le recomienda ser examinado por un osteópata antes y durante la colocación del aparato, y conseguir que los ajustes de la ortodoncia sean menos dolorosos y la corrección más fácil i rápida.
La acción del osteópata en este campo también ayuda a adultos, en pacientes bruxistas (rechinar dientes), alteraciones ATM (dolor articular, clicks, desviaciones…).